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Read Ebook: Diario de un reconocimiento de la guardia y fortines by Azara F Lix De
Font size: Background color: Text color: Add to tbrJar First Page Next Page Prev PageEbook has 122 lines and 26463 words, and 3 pagesSABADO 2. Otra ensenada mas oriental y septentrional al S 60? O, y la costa del O de la misma corre del N 56? E ? su opuesto. Con el nono rumbo llegamos ? lo mas S de la laguna, y con el d?cimo se coste?: con el und?cimo se lleg? ? lo mas NE donde se dej?, y dirigi?ndonos por el rumbo doce, ? los 11 minutos del rumbo trece, se lleg? ? otra laguna barrancosa que qued? ? la izquierda, y nos parceci? profunda, y se enlaza con otras que hay al NNO, al pie de las lomas que llevamos al N. La costeamos por su orilla meridional, y se vieron muchas filtraciones, y tres ? cuatro manantiales: uno de estos sale por un agujero de mas de tres pulgadas de diametro, cuya excelente agua no cede en buena calidad ? otra. Hay en su contorno muchas verdolagas y lengua de vaca. Estos manantiales contribuyen su agua ? una laguna que tiene el agua salobre, segun afirman los campestres. Caminados 10 minutos del rumbo quince, se lleg? ? la punta SO de una laguna que se coste? el espacio de 11 minutos, y se infiere ser? en todos tiempos muy abundante de agua por los muchos manantiales que le entran. Su orilla occidental es barrancosa. Con el ?ltimo rumbo se lleg? ? los Manantiales de Casco, que es otra laguna en forma de herradura, cuya parte convexa mira al NE. El camino de este dia fu? excelente, con colinas segun queda dicho: muchas lagunitas que por chicas no se notan: vimos tambien abundancia de verdolagas, lengua de vaca y mucha quinua. Tambien vimos una planta con que ti?en de un bello amarillo. Otra que carece de hojas, y abunda en todo el curso del Salado, y en las costas de las lagunas salobres hacen ceniza, y con esta una lej?a con que hacen un excelente encarnado, poni?ndole un poco de agrio de limon. La conocen algunos tintoreros de Buenos Aires, y no falta quien diga podria suplir la orchilla. Si as? fuese hay infinito en toda la pampa, desde los sitios nombrados hasta Patagones. De otra planta no hacen caso, pero su fragancia, y oler semejante al laurel, nos hizo sospechar que benefici?ndola produciria un excelente balsamo. DOMINGO 3. Llovi? sin cesar, y el dia 4 lo mismo. No se camin?. MARTES 5. La marcha se dirigi? al S 59? 30' O. A las dos millas y dos quintos llegamos ? la Laguna Barbosa, que se prolonga de N 15 E ? su opuesto: tiene barranca chica y muchos manantiales en la orilla del S, con abundancia de verdolagas, lengua de vaca, y aseguran que nunca se seca. El pasto de sus inmediaciones es trebol, gramilla, y alfilerillo, con muchas malvas. Est? rodeada de colinas, y la del S es excelente para una poblacion. Tornamos al campamento, y volviendo ? salir nos dirigimos al N 48?30' E. A los dos tercios de milla, hallamos otra laguna, que se prolonga una milla larga de N 15? O al S 15? E, y tiene muchos juncos, filtraciones y manantiales: por la parte del S desagua por una ca?ada que se dirige por el NNE, de aqu? regresamos al campamento, donde tomamos la altura meridiana, y se hall? la latitud de 35? 7' 58'', y la longitud de 2? 12' 14''. MIERCOLES 6. Se anduvo por terrenos doblados, y ? las 4 leguas se lleg? ? la Laguna del Cebo, llevando ? vista algunas lagunitas despreciables. La del Cebo tiene una milla de largo, y por la parte del occidente le entran algunas filtraciones. Desde ella se continu? viendo varias lagunas, y algunas de ellas bastantemente hondas, que precisamente han de ser permanentes sus aguas. Se lleg? ? las Lagunas de los Huesos, que son cinco; dos de ellas, situadas al SO de la mayor, se comunican por una ca?ada, y tienen buenos manantiales y filtraciones que entretienen el agua en ellas, y ? poco que se cave se encuentra con abundancia y buena. JUEVES 7. VIERNES 8. SABADO 9. DOMINGO 10. LUNES 11. Hall?ndose juntos los oficiales con D. Manuel Pinaso, el Comandante Azara les hizo saber que los fuertes, desde Palantelen aqu?, avanzaban menos que los anteriores, por cuyo motivo habia determinado que saliesen con 30 hombres ? reconocer otros lugares como 12 leguas mas al S, corriendo una paralela hasta Palantelen; y que mientras tanto ?l se dirigiria ? Chascomus, y de ah? por las guardias y fortines, hasta el de Navarro donde los aguardaria. Aprobaron la idea; mas sin embargo dijo Pinaso, que el pensamiento del Ilustre Ayuntamiento de Buenos Aires y de los hacendados era situar la frontera en la derrota que se habia seguido, y que dudaba se hallasen sitios tan buenos como los que habian andado, en la paralela que el Comandante deseaba se reconociese. El baqueano fu? del mismo dict?men. MARTES 12. Salimos, pero as? por lo pesado del camino, como por el mal estado de los caballos, llegamos ? las 11 con mucho trabajo ? la Laguna de los Camarones Grandes, que costeamos con el ?ltimo rumbo por la orilla septentrional: todo el terreno del SO es bajo y anegadizo, y tambien cortamos algunas ca?adas llenas de agua. El aspecto del pais es algo alomado, y bello para establecer fuertes, y los pobladores de Chascomus, los de Ranchos, y aun otros mas interiores, hacen invernar por aqu? sus ganados. Dicha laguna es de las mayores que vimos en el viage. Se observ? la latitud de 30? 00' 59'', y la longitud oriental de 0? 9' 19''. MIERCOLES 13. Determin? el Comandante pasar ? los Altos de Troncoso, aunque no falt? quien le persuadiese que se dirigiese ? Chascomus. Salimos, y ? los 85 minutos del segundo rumbo pasamos la Ca?ada de los Camarones, que corre al S y vierte en el arroyo del mismo nombre: desde aqu? costeamos por el N de dicho arroyo, que es algo profundo y, termina en el Salado. Desde el meridiano de dicha ca?ada, ? distancia de una y media legua al S, se elevan unas peque?as lomas que se dirigen h?cia el E, hasta unirse con los Altos de Troncoso. En el mismo paso al N del arroyo, hay otra lomada bastante visible, desde cuyo vertice se descubre mucho. Al pasar el arroyo demarcamos al S 10 E, distante media legua, la Laguna de la Pila, en cuya orilla meridional hay una loma muy reparable. En la misma direccion est? la Laguna de los Camarones Chicos, no ? mucha distancia. Con el tercer rumbo llegamos ? la cumbre de una loma, y demarcamos otra al S 6' E distante media legua. A los 32 minutos del cuarto rumbo cortamos una ca?ada, que vierte sus aguas ? los Camarones: ? los 22 minutos mas, pasamos otra, que desagua en una grande laguna salobre que nos quedaba al N, en cuya orilla oriental se elevan unas lomadas que se unen con los Altos de Troncoso. Andados 12 minutos mas, cortamos una ca?ada, por cuya centro se corria un peque?o arroyo, cuyo or?gen est? al SO, y dirigi?ndose al NE desagua en la laguna. Y por ?ltimo, con el ?ltimo rumbo llegamos ? los Altos de Troncoso. As? llaman ? una lomada, desde la cual se extienden otras al OSO, y haciendo un peque?o giro, se prolongan en la direccion NO hasta los Camarones Grandes. Otra rama de colinas se eleva del mismo parage, extendi?ndose h?cia el NO. El espacio comprendido entre las lomadas de que se acaba de hablar, es bagio, y por lo mismo abundante de agua; por cuyo motivo en tiempos secos traen ? estos parages su ganado los vecinos de Chascomus. Se observ? aqu? la latitud de 36? 5' 30'', y la longitud 00? 10' 55'' E. JUEVES 14. VIERNES 15. Llegamos hoy ? la Guardia de Chascomus. En todo el discurso del viaje no vimos campos que nos agradasen tanto como los de este dia. Son bastante doblados, con grandes lagunas y multitud de aguadas. La Guardia, ? Fuerte de Chascomus, es como todos los demas, y tiene en su dependencia mas de mil almas, entre blandengues y otros vecinos. Se traslad? del Zanjon el 22 de Junio de 1779. Se halla junto ? la laguna de su nombre. Su agua solo sirve para los animales, y es bastante abundante de pescado. Este Fuerte se halla en 35? 33' 5'' de latitud, y 00? 22' 20'' de longitud oriental. El 16 no se pudo continuar la marcha por la copiosa lluvias. DOMINGO 17. LUNES 18. Salimos de este fuerte, ? guardia con el fin de observar, pero el tiempo no lo permiti?. Los Ranchos son lo mismo que las demas guardias; pero ha tenido la felicidad de tocarle un Comandante activo y laborioso, como lo es D. Miguel Tejedor. MARTES 19. Amaneci? claro, y tomamos la altura meridiana del sol, de que result? la latitud de 35? 30' 46'', siendo la longitud 00? 3' 20'' oriental. MIERCOLES 20. Se prosigui? la marcha, y al fin llegamos ? la Guardia del Monte, pasando un poco antes una ca?ada profunda que recoge aguas da la parte del N del camino, que dirigi?ndose al S, desagua en la Laguna del Monte. No tuvimos director ? baqueana en los malos pasos, y por esta causa casi nadamos con los caballos. JUEVES 21. Comenzamos la marcha por terrenos algo mas suaves y secos, menos las ca?adas. Al mediodia hicimos alto, y observamos la latitud 35? 16' 10'', y la longitud 00' 49' 10'' O. Desde este punto demarcamos el Fortin de Lobos al N 87? 30' O, distante media milla: inmediatamente seguimos para dicho fortin, y un poco antes pasamos una ca?ada, que vierte aguas en la Laguna de los Lobos. Hay bastante ganado ? uno y otro lado. Despues de comer, salimos por el N 51? O, y a las 2 leguas de terreno como el de la ma?ana, hicimos noche en el campo, habiendo pasado la ca?ada que circunda el fortin. VIERNES 22. A las diez de este dia entramos en el Fortin de Navarro, que es igual ? los anteriores. En el camino vimos al SO la Laguna de Colis. Al NE la de las Garzas, ? quien se une por una ca?ada la de Navarro, desde la cual sigue otra hasta la de Colis, para continuar hasta la de Lobos, que va al arroyo Salado por la del Carrizal. La de Navarro es bastante grande, y de agua algo salobre. Tambien vimos al NE del camino muchas chacras y ganados. Al mediodia tomamos la altura meridiana del sol, y result? la latitud de 35? 00' 13'', y la longitud 1? 3' 25'' occidental. Inmediato al fortin hay algunos ranchos, y al SO, al otro lado de la laguna, est? la estancia del procurador Almeida, que tiene 36 leguas cuadradas. Nos digeron que la denunci? por realenga ? nombre de su hermano, que es un vago fugitivo en la otra banda. Dicho Almeida embaraza que muchos ganados de los vecinos, que viven cerca de la laguna, beban en ella. Quiere tambien lanzar del gran terreno denominado, ? otros pobladores muy antiguos, que han defendido la tierra contra los indios, y hacerlos sus tributarios. SABADO 23. Proseguimos por la ma?ana la derrota por terrenos semejantes ? los de ayer, y al fin del tercer rumbo tomamos la altura meridiana del sol, que di? la latitud de 34? 53' 7'', y la longitud 00? 44' 5'' occidental. Poco antes cortamos la Ca?ada del Durazno que demora al NO, caminamos, y con el ?ltimo rumbo llegamos al Hospicio de los Padres Mercedarios. DOMINGO 24. PEDRO ANTONIO CERVI?O, } }Facultativos de la comision. JUAN INSIARTE, } EXMO. SE?OR:-- D. Pedro de Mendoza con su armada, en 1535, fund? esta capital, que despobl? en breve tiempo, pasando sus habitantes al Paraguay, tan apresuradamente, que no pudieron llevar algunas yeguas que poseian y que dejaron abandonadas en el campo. D. Juan de Garay con 60 paraguayos fund? segunda vez esta ciudad, el dia 11 de Agosto de 1580, y dividiendo la tierra para estancias en suerte iguales de tres mil varas de frente y legua y media de fondo, tom? una para s?, y dio las demas, una para cada soldado. Estos hallaron ya algunos baguales, hijos de aquellas yeguas, que empezaron ? domar los que podian tomarlas. Los Oficiales reales se opusieron, pretendiendo que eran del Rey; y habi?ndose formalizado auto, he visto la sentencia que falla injusta la pretension de dichos Ministros, y declara due?o de los baguales al que los pill?re. Este es el or?gen de la innumerable bagualada que hay en las pampas; que si se destruyese, privaria ? los indios del principal sustento, precis?ndoles ? alejarse ? reducirse, y se quitaria ? los espa?oles los embarazos que son notorios. Es para m? indudable que conviene avanzar la frontera, porque con eso se gana terreno, y en ?l se aseguran muchos cueros para el comercio, carne y pan para la capital, y mulas para el Per?, y quedar?n seguras nuestras estancias actuales, donde no podr?n penetrar los indios sopena de ser cortados. Los dict?menes opuestos no se han fundado sino en la escasez de aguas y le?a, y en que, dicen, es escusado gastar plata en ganar unos terrenos que no se poblar?n. Es innegable que las pampas son escasas de le?a y aguadas permanentes en tiempos de grandes secas: pero lo es igualmente que los fuertes y fortines actuales se hallan reducidos ? beber de pozos, y con menos agua de la que tendr?, el que menos, de los que se fund?ran si se adelanta la frontera. La le?a existente de los fuertes actuales se reduce ? la que d? la pampa, esto es, ? biznaga, cardo &c., que es lo mismo que hay en la frontera proyectada. Todo esto consta del diario que incluye. Ademas de que la nueva frontera tendr? le?a mas inmediata, y con menos riesgo en las islas, donde las v? ? buscar hoy. Por lo que hace ? que no se poblar?, lo tengo por cierto si no se ponen los medios, pero si se aplican estos, segun dir? despues, no ha de faltar poblacion. Conociendo la utilidad de la nueva frontera, he elegido los puntos mas adecuados para establecer los fuertes y los fortines, teniendo muy presente estas cuatro circunstancias esenciales. 1.? Que cubran completamente los t?rminos de esta capital. 2.? Que disten entre s? igualmente con corta diferencia, para que la l?nea sea de igual vigor en todas partes, y para que distribuya el servicio con igualdad ? la tropa. 3.? Que todos los fuertes y fortines est?n en una misma direccion, esto es, que no adelanten notablemente unos ? otros. 4.? Que todos tengan buenos pastos, tierras de labor, y ? lo menos el agua necesaria. Por sugetarme mas ? estas condiciones, no he aprovechado alguna vez de sitios excelentes, y acaso mejores que los electos. El servicio impuesto ? los blandengues por su fundador toca en inhumano, y no llena el fin: el que hacen hoy participa de los mismos inconvenientes, y es este:--De cada fuerte y de cada fortin, salen 8 blandengues ? milicianos con su cabo, dirigi?ndose 10 ? mas leguas al S, y no siendo l?cito llevar tiendas ni equipages, se ven en la dura precision de subsistir de lo que d? el campo, de sufrir la intemperie 8 dias, que es el t?rmino que se les d? para regresar. Inmediatamente sale otra partida igual, y as? turna todo el a?o. La experiencia ha hecho ver siempre, que cuando los indios resuelven un insulto, espian oportunamente una de dichas partidas por la tarde, y la cortan con facilidad, poni?ndose de noche tras de ella para matarla por la madrugada infaliblemente. Hecho este lance, irremediablemente se introducen entre dos fuertes, hallan en pocas horas nuestras estancias, y arreando el ganado en el mismo dia, ? la noche siguiente, salen de la frontera sin ser sentidos: porque los que est?n en los fuertes no pueden saber lo sucedido fuera, ni si entraron los indios, y viven tranquilos, sabiendo que hay una partida exploradora en su frente. Ni la multitud de desgracias de esta suerte, ni los sentimientos de humanidad, han bastado ? hacernos variar el plan de defensa, que me parece debe ser el siguiente. 1.? Disponer que en lo sucesivo no se hagan las referidas exploraciones; y 2.?, mandar que de cada fuerte y de cada fortin salgan dos blandengues juntos por la derecha, y dos por la izquierda, al amanecer todos los dias, y que sigan el camino recto hasta encontrarse en la median?a, donde entreg?ndose un papel ? se?a que acredite su diligencia, regresen inmediatamente. Si los indios hubiesen penetrado, conocer?n el rastro; y continuando el uno, y regresando el otro, ambos ? la disparada, se pondr? en armas la frontera, y reunir?n las fuerzas antes que los indios hayan podido consumar el robo; que se les podr? quitar en la misma frontera ? dentro, sin necesidad de irlos siguiendo muchos dias in?tilmente, como ha sido preciso hasta aqu?. De este modo se reconocer? toda la frontera sin riesgo, y con poco trabajo en dos horas, una vez al dia, y mas, si conviniere en tiempos sospechosos. Este plan de defensa disminuye el conocimiento de los campos, que es necesario para adelantar la frontera cuando convenga, y para otros fines. Con esta mira podria salir cada seis meses un oficial con 30 blandengues, que reconociesen y diesen razon del terreno que hay distante 20 leguas, en todo el frente guarnecido por su compa??a. Como el plan de defensa insinuado puede verificarse por solo los blandengues, con mas comodidad y menos riesgo que el que hacen hoy, tengo por escusado que se empleen en la frontera los 20 milicianos que hay en cada fortin. Estos pobres abandonan sus casas, familias, cultivos y cosechas, y no reciben otro estipendio que 20 reales al mes cada uno, ? t?tulo de racion. Todo eso sobre injusto es gravoso al ramo de guerra, que puede ahorrar dicha racion, que asciende ? tres mil pesos al a?o. Las milicias no deben tomar armas sino para ocupar los fuertes cuando salgan los blandengues, y en algun otro caso extraordinario. Del mismo modo, debi?ndose reputar ? los blandengues no solo como soldados sino tambien como ? pobladores natos de la campa?a, no es regular que las justicias de los partidos se sirvan de ellos para todo, como lo hacen hoy, teniendo mas ? mano las milicias. Tampoco es justo que se saquen blandengues de la frontera, sino en urgencias muy extraordinarias; porque los que salen abandonan sus casas y familias, cosechas y caballos en que sirven y son propios, no teniendo quien se los cuide, y vi?ndose precisados ? alimentarlos, comprando el pasto en esta capital. Add to tbrJar First Page Next Page Prev Page |
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