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Read Ebook: Cosmografía by Guillemin Am D E
Font size: Background color: Text color: Add to tbrJar First Page Next PageEbook has 85 lines and 11332 words, and 2 pagesTambi?n se le observa por el movimiento de la Luna sobre la b?veda celeste. Si este astro permaneciese inm?vil, tendr?a el mismo movimiento diurno que las estrellas, y se le ver?a ocupar siempre el mismo sitio en las constelaciones. Por el contrario, de un d?a ? otro cambia de lugar retrocediendo hacia el oriente, como es f?cil comprobarlo en el curso de una misma noche. Dicho movimiento de occidente ? oriente es, en efecto, muy sensible, y llega ? 13 grados pr?ximamente en 24 horas. ECLIPSES DE SOL Y DE LUNA Examinando la figura que nos ha servido para explicar las fases, es f?cil ver: Que, en el mismo supuesto, al llegar la ?poca de la oposici?n ? el plenilunio, habr?a eclipse de Luna, puesto que entonces la Tierra se hallar?a interpuesta en l?nea recta entre el Sol y nuestro sat?lite. Este ?ltimo quedar?a sumido, pues, en la sombra de la Tierra. De modo que en cada lunaci?n habr?a dos eclipses, uno de Sol y otro de Luna, separados entre s? por un intervalo de catorce d?as y medio pr?ximamente. De an?loga manera, en la oposici?n ? durante el plenilunio, la sombra de la Tierra que se encuentra necesariamente en el plano de la ecl?ptica, pasa por encima ? por debajo de la Luna sin tocarla, y no hay eclipse. Esto equivale ? decir que el cono de sombra pura proyectado por la Luna nueva hacia la Tierra, alcanza ? no la superficie de nuestro globo. Si llega ? dicha superficie, hay eclipse total para todos los puntos de la Tierra que entran en su circunferencia, y parciales para cuantas regiones s?lo quedan sumidas en la penumbra. Este es el caso representado por la figura 23. Seg?n esto, las condiciones de posibilidad de los eclipses totales de Sol son las siguientes: Este astro debe encontrarse adem?s en las cercan?as de uno de sus nodos. Finalmente, su distancia ? la Tierra debe ser menor que la longitud del cono de sombra pura proyectado por ella en el espacio. Las mismas condiciones, excepto la ?ltima, son las de los eclipses anulares de sol. En efecto, la Luna tiene un di?metro que es casi cuatro veces inferior al de la Tierra. Su cono de sombra es, en su mayor anchura, demasiado estrecho para que nuestro globo entero quepa en ?l; y hacia las extremidades, sus dimensiones son bastante peque?as para no producir en la superficie de nuestro globo m?s que un c?rculo negro de unas 22 leguas de ancho. Seg?n esto, un eclipse de Sol no es total, en un mismo instante f?sico, sino para un c?rculo de dicha dimensi?n. S?lo que los movimientos combinados de la rotaci?n terrestre y lunar hacen que en realidad el cono de sombra se pasee por gran parte de la superficie de la Tierra, describiendo esta superficie una curva oscura. Las mismas observaciones se aplican ? la penumbra. Los eclipses de Luna no pueden efectuarse m?s que en la ?poca de la oposici?n ? en plenilunio, con tal sin embargo que dicho astro se encuentre en uno de sus nodos ? ? escasa distancia de ellos. En definitiva, para que el fen?meno ocurra, es indispensable que el globo lunar atraviese los conos de sombra y de penumbra que la tierra proyecta en el espacio, conos cuyo eje com?n coincide necesariamente con el plano de la ecl?ptica. Si la penetraci?n en la sombra pura es completa, el eclipse de Luna es total; si el astro s?lo penetra en parte en dicho cono, el eclipse es parcial. Finalmente, el eclipse total se llama central cuando la Luna atraviesa el cono de sombra en su mayor di?metro, lo cual exige evidentemente que el instante de la oposici?n coincida con el paso de la Luna por su nodo. De ah? resulta que la distancia de nuestro sat?lite ? nuestro globo es ya mayor, ya menor. Su distancia media, calculada tomando como unidad el radio del ecuador de la Tierra, es algo m?s de 60. Expres?ndola en kil?metros, se encuentran 384,000, ? sean 96,000 leguas. En su mayor distancia ? apogeo, la luna se halla ? 101,000 leguas; en el perigeo, s?lo dista de nosotros 91,000 leguas. Estos n?meros se aplican ? los centros de ambos astros. El di?metro es algo mayor que la cuarta parte del di?metro de nuestro globo: equivale, en efecto, ? sus 27 cent?simos, lo que hace en kil?metros 6,950, ? sean unas 1,738 leguas. La Luna mide 11,000 kil?metros de contorno. Su superficie es la 13? parte de la terrestre; su volumen, la 49? parte pr?ximamente del de nuestro globo. Por efecto de su revoluci?n alrededor de la Tierra y de su rotaci?n sobre su eje, la Luna presenta sucesivamente al Sol todos los puntos de su superficie, durante la lunaci?n, que se efect?a, seg?n ya se ha visto, en 29 d?as y medio. De ah? resulta que el d?a y la noche lunares tienen en junto 709 horas. En el ecuador del mencionado astro, la duraci?n de los d?as es igual ? la de las noches, siendo por tanto una y otra de 354 horas y media. En las polos, el Sol permanece sobre el horizonte 179 d?as, esto es, casi la mitad de uno de nuestros a?os. Ese d?a viene seguido por una noche de an?loga extensi?n. EL SOL Todo el mundo sabe que esta luz es tan viva que no se puede mirar al Sol de frente, ? menos que alguna nube ? la niebla no se interpongan entre su disco y la vista del observador; en este ?ltimo caso, es f?cil ver que dicho disco tiene forma perfectamente circular y que el Sol es esf?rico, lo mismo que la Tierra y la Luna. Sus dimensiones aparentes son con corta diferencia las mismas que las de la Luna; pero como su distancia ? la Tierra es mucho mayor que la ? que se encuentra nuestro sat?lite, sus dimensiones verdaderas son tambi?n infinitamente mayores. Entremos en algunos detalles sobre este punto. Estos ?ltimos n?meros dan la distancia media: las extremas se deducen de ellos f?cilmente, cuando se recuerda que la diferencia en m?s ? en menos es de la 60? parte pr?ximamente de la distancia media. Entonces se encuentra que el Sol, en la ?poca de su m?ximum, se halla alejado de la Tierra 23,600 radios terrestres, ? 37,600,000 leguas, y en su distancia m?nima 22,000 radios ? 36,350,000 leguas. Como la distancia media sirve de unidad ? todas las restantes, sea en nuestro mundo solar, sea en el sideral, haremos algunas comparaciones para que se comprenda mejor que por una simple enumeraci?n de cifras, cuan considerable es. Por lo dem?s, no hay dificultad para efectuar los c?lculos cuyos resultados damos aqu?: un tren expreso de camino de hierro que anduviese sin pararse 50 kil?metros por hora, no llegar?a al Sol sino al cabo de 336 a?os y 7 meses. Si el sonido pudiera propagarse ? trav?s de los espacios celestes, desde el Sol ? la Tierra, uno cuya intensidad fuera bastante grande para agitar el aire en espacio tan grande, no ser?a percibido por nosotros hasta los 13 a?os y 3/4 pr?ximamente despu?s de su emisi?n. Por ?ltimo, la misma luz, cuyo movimiento de propagaci?n es el m?s r?pido de todos los movimientos conocidos, tarda 8 minutos y 16 segundos para recorrer la misma distancia, no obstante su velocidad de 300,000 kil?metros por segundo. Si de las dimensiones lineales pasamos ? las superficiales, se encuentran 6,000,000 de millones de kil?metros cuadrados, esto es, 11,800 veces la superficie terrestre. Finalmente, el volumen del Sol no es inferior ? 1,280,000 veces el de nuestro globo, lo que da, en cubos de un kil?metro de lado, la cifra enorme de 1,381,000,000,000,000,000. Seg?n se ha visto antes, la Luna se encuentra ? una distancia media de la Tierra igual ? 60 radios terrestres pr?ximamente. Si se imaginara, pues, que el centro de la esfera solar viniese ? coincidir con el centro de la Tierra, no s?lo se encontrar?a comprendida toda la ?rbita de la Luna dentro del cuerpo del Sol, sino que sobrar?a 48 veces m?s el radio de la Tierra entre la circunferencia de aquella ?rbita y la del inmenso astro. La figura 25 da idea exacta de dichas proporciones y del prodigioso tama?o del astro que distribuye en nuestro sistema la luz y el calor. Para representar al Sol, la Tierra y la Luna en sus verdaderas proporciones de tama?o y de distancia, habr?a que disponer las im?genes de esta manera. La Luna deber?a hallarse representada por un grano de munici?n de 1 mil?metro de di?metro. ? la distancia de 11 cent?metros de ?ste, se colocar?a otro de 4 mil?metros de di?metro, que ser?a la Tierra. Y siguiendo la misma escala, el Sol quedar?a representado por un globo de 40 cent?metros de di?metro, colocado ? 42 metros de los dos granos, para que la distancia fuera proporcional ? las dimensiones elegidas. Se ha observado que se mueven siempre en el mismo sentido, y de esos movimientos se ha deducido que el Sol gira uniformemente alrededor de uno de sus di?metros y que la mencionada rotaci?n dura 25 d?as pr?ximamente. El Sol tiene luz propia, y su masa se encuentra en estado de continua incandescencia; su globo est? envuelto por una capa de hidr?geno en ignici?n. Por el contrario, los planetas carecen de luz propia y se limitan ? recibir y reflejar la del Sol. Esto lo sabemos ya en lo tocante ? la Tierra y ? la Luna, y lo que no tardaremos en ver tambi?n respecto de los dem?s cuerpos que efect?an revoluciones alrededor del gran astro. Si el Sol se encontrara ? distancias tan grandes como las estrellas que m?s cerca se hallan de nosotros, s?lo se presentar?a ? nuestra vista como un sencillo punto luminoso; de lo cual se deduce que el astro central de nuestro sistema no es sino una estrella, ? que cada estrella es un Sol an?logo al nuestro. LOS PLANETAS Los ocho planetas son, par orden de sus distancias al Sol: Mercurio Venus La Tierra Marte J?piter Saturno Urano Neptuno Entre los planetas medios hay dos que est?n acompa?ados de sat?lites, los cuales circulan alrededor de ellos del mismo modo que los planetas lo efect?an en torno del Sol. Son la Tierra con la Luna y Marte con 2 sat?lites. Tambi?n los grandes planetas tienen sat?lites. J?piter posee cuatro; Saturno, ocho; Urano, cuatro; y Neptuno, uno solo. Contando todos estos cuerpos, y entre ellos el Sol, se encuentra que el sistema planetario est? compuesto de 300 astros, de ellos 279 planetas y 20 sat?lites. Mercurio 0.387 ? 57 millones de kil. Venus 0.723 107 -- La Tierra 1.000 148 -- Marte 1.524 225 -- J?piter 5.203 770 -- Saturno 9.538 1.400 -- Urano 19.183 2.832 -- Neptuno 30.035 4.428 -- Mercurio 88 d?as. Venus 225 -- La Tierra 365, 25 Marte 1 a?o 322 d?as. J?piter 12 " 315 " Saturno 29 " 167 " Urano 84 " 7 " Neptuno 164 " 280 " Como Mercurio y Venus describen ?rbitas que se encuentran envueltas por las de la Tierra, parecen oscilar hacia una y otra parte del Sol; ya pasan delante del astro, y ? veces sobre su propio disco, donde se las ve destacarse ? manera de peque?as manchas negras y redondas; ya pasan por detr?s del Sol. Estos planetas, vistos con el telescopio, presentan fases como la Luna, y por las mismas razones que ella. Cada uno de dichos cuerpos est? animado de un movimiento de rotaci?n que dura casi lo mismo que el de nuestro globo. En efecto, mientras la Tierra gira sobre su eje en... 23 h. 56 m. Mercurio lo hace en... 24 h. 50 m. y. Venus, en... 23 h. 21 m. Las ?rbitas de los planetas superiores envuelven por completo la de la Tierra, de modo que nunca los vemos pasar por delante del Sol; pero en cambio, van peri?dicamente ? colocarse en el sitio opuesto al Sol, y nos presentan un hemisferio completamente iluminado. Como esta posici?n coincide, adem?s con sus m?s peque?as distancias ? la Tierra, los planetas mencionados pueden ser objeto de fructuoso estudio. La ?rbita que Marte describe alrededor del Sol es, como todas las ?rbitas planetarias, una elipse; pero, despu?s de la de Mercurio, ninguna es tan prolongada, quiero decir, tan distinta del c?rculo como ?sta. As? es que las distancias de Marte al Sol var?an entre 204 y 246 millones de kil?metros, seg?n que el planeta se encuentre en su perihelio ? en su afelio. Sus distancias ? la Tierra son igualmente muy diversas, siendo la m?s peque?a posible cuando Marte se halla en oposici?n, ? 56 millones de kil?metros pr?ximamente. Add to tbrJar First Page Next Page |
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