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Munafa ebook

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Read Ebook: Bright Ideas: A Record of Invention and Misinvention by Strang Herbert Brock C E Charles Edmund Illustrator

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Ebook has 36 lines and 2274 words, and 1 pages

Nota del Transcriptor:

Las versalitas han sido sustituidas por letras may?sculas de tama?o normal.

LA CAZA DE LA PERDIZ

CON ESCOPETA, AL VUELO

Y CON

PERRO DE MUESTRA

por

MANUEL SAUR?

El que sabe cazar la perdiz al vuelo, con perro de muestra, debe cazar bien ? todo, lo mismo ?nade, codorniz ? becacina, que conejo, liebre ? jabal?, etc., etc.

Barcelona Manuel Saur?, Editor 1877

Es propiedad del autor y editor.

Queda hecho el dep?sito en manos de los cazadores.

Barcelona.--Imprenta de la Viuda Mir? y C.?, Sobradiel, 10.--1877.

PR?LOGO.

EL PORQU? DE LA OBRA.

He dicho y adelante.

TRAJE DEL CAZADOR.

Aunque parezca secundario ocuparse del traje que debe usar el cazador, ?nicamente me limitar? ? encargar que ?ste sea sencillo y sin jactancia. Interiormente llevar? camiseta de franela, lo cual le evitar? muchos resfriados si tiene la prudencia de cambiarla al llegar de la cacer?a ? la casa ? parada. Esto prenda de ropa es m?s conveniente en verano, aunque parezca improcedente por el excesivo calor que hace. Conviene asimismo acostumbrarse al uso de la alpargata, llevando escarpines de lana: el pi? va resguardado y se pisa en blando; as? se trepa mejor el monte. En ciertos terrenos debe usarse el zapato claveteado, lo cual evita resbalones; borcegu?es y pantalon ancho, para que la rodilla juegue con comodidad: el cuerpo abrigado con blusa ? chaqueta desprovistas de aberturas, ojales y colgajos, ni tampoco conviene llevar leontina en el reloj, pues todas estas cosas ofrecen el inconveniente de que al hacer uso de la escopeta, se enredan con el pi? de gato ? bien con el disparador, y esto, adem?s de interrumpir y hacer perder un tiempo precioso para apuntar la pieza de caza, que se va sin poderla saludar, tambien puede acarrear algun lance desagradable, tal como que se dispare la escopeta sin el benepl?cito del cazador. Lo cual, ? m?s del susto que ocasiona, es fuente de lamentables desgracias.

Las camisas se usar?n anchas de cuello, sin pretensiones ni ridiculeces, cubri?ndose la cabeza con un sombrero ligero, de alas regulares, item m?s, un pa?uelo de seda sujeto en la sien; con lo que se evitan los dolores reum?ticos de cabeza, y es un gran preservativo contra el frio. En ?poca de calor debe evitarse que el sudor corra por el rostro, cosa tan molesta.

LA ESCOPETA.

El arma es conveniente que sea de dos ca?ones, sistema Lafaucheux; su peso poco m?s ? menos de seis libras y media ? siete; inferior ? este peso tiene el inconveniente que al salir el tiro hace un peque?o movimiento de vibracion y perjudica la seguridad del mismo, y de m?s tambien fatiga demasiado al cazador, lo cual no hay que echar en saco roto. El arma de dos ca?ones tiene la ventaja de poder efectuar lances por duplicado. Muchas veces al primer tiro se yerra la pieza, y se alcanza con el segundo; otras, despues de haber tirado arranca otra pieza cercana y a?n se mata, y adem?s el cazador anda por esos mundos de Dios con m?s garant?a contra cualquier eventualidad: en toda querella que se suscite es m?s respetado.

Gastando 40 ? 50 duros en una escopeta, se obtiene una buena arma de caza; lo dem?s es cuesti?n de puro lujo, sin ninguna influencia en la precision del tiro.

MUNICIONES.

La p?lvora debe ser escogida, bastando con que el buen probador se?ale 5 grados. El cartucho se emplear? de cartulina fina, para que entre y salga sin necesidad de saca-cartuchos. Una vez haya servido, debe tirarse, pues tiene sus inconvenientes el volver ? usarlos. El plomo ? sea los perdigones, en los meses de agosto, setiembre y octubre basta emplearlos del n?mero 6; en noviembre, diciembre, enero y febrero, entre el 4 y el 5. En esta ?poca del a?o la perdiz se tira ? mayor distancia, y como est? en su apogeo, necesita el plomo mayor para hacerla dar la voltereta.

PERRO PERDIGUERO.

Hay perro que apenas tiene facha de perdiguero, y sin embargo da buenos resultados, pero neces?tase mucho rigor para domarlos; una vez logrado esto, son incansables y d?ciles, y nunca se aspean.

Exigid del perro que tenga buenos vientos, firme muestra y blanda boca, y con estas circunstancias, si el cazador sabe cazar y matar, de seguro tendr? un excelente compa?ero que seguir? bien ? un peon, y cobrar? las aliquebradas. En tal caso dejad para otros la casta y la hermosura, pues esto es secundario.

Las perras son generalmente m?s d?ciles y finas, pero tienen cierto inconveniente que la naturaleza no ha querido evitar, por cuyo motivo los cazadores prefieren el macho.

Es conveniente cortar el rabo al perro, pues al moverse agita las matas, se estropea hasta el punto de ensangrentarse con los zarzales, echa ? perder las uvas y bate las mieses; si bien esta operacion de cortarles el rabo les afea, porque no hay duda que es m?s bello y sublime cuando est? de muestra con la cola paralela al horizonte.

MODO DE TIRAR A LAS PERDICES.

Esta es la parte m?s comprometida para dar una sucinta esplicacion del modo c?mo deben matarse al vuelo las perdices, por la sencilla razon de que es dif?cil iniciar en el asunto ? aquellos que no han tenido la satisfaccion en su vida de matar media docena de perdices al vuelo.

El cazador que en sus correr?as anuales puede contar con un promedio de por cada tres tiros una perdiz, hay que proclamarle buen tirador. Aunque en salidas determinadas cuente triunfos tales como hacer dar la voltereta ? todas las que tire, acontece asimismo que se dispara diez ? doce veces la escopeta y s?lo se matan un par de piezas, de manera que, por c?lculo aproximado, ? un buen tirador le sale la proporcion mencionada.

Al arrancar del suelo y al echarse al vuelo la perdiz, el cazador debe estar sereno, hacer una peque?a suspension y con ligereza echarse la escopeta ? la cara; seguir ? la perdiz en su r?pida carrera, enca?onarla, y cuando se interpone con el punto de la escopeta, entonces sin calcular distancias debe efectuarse la presion del dedo sobre el disparador; y seguro que obrando as? cae la pieza.

La perdiz que, sorprendida entre el cazador y el perro, no le queda f?cil salida y empieza con aquel canto alarmante que aturde, llegando ? echar excrementos, y se remonta repullada, ? ?sta el cazador debe con serenidad seguirla apuntando, y al hacer la suspension para extender el vuelo en la direccion que se le antoja, entonces hay que disparar, pues es la mejor oportunidad de matarla. El tiro es f?cil.

Cuando el perro pone muestra, la satisfaccion es tan importante, que afecta la parte f?sica de un modo notable. El corazon late tan agradablemente, que no se puede describir, y no recuerdo que tan singular impresion me la haya evitado un segundo, dejando de imitar ? muchos que dan gritos al perro, y toc?ndole con el pi? le excitan para que rompa la muestra.

Para tirar al vuelo ? las perdices se necesita calma y serenidad. Los grabados franceses nos quieren demostrar eso pintando ? cazadores que cuando les sale al vuelo una pieza, abren tranquilamente la caja del rap?, toman un polvo, y luego apuntan y matan. Cualquier cazador pr?ctico comprender? que ?sta es la manera gr?fica de demostrarle que no debe precipitarse, pues la precipitacion es causa de que se vaya la caza; sin embargo, es preciso un t?rmino medio. En nuestro pa?s las perdices no permiten tomar rap?, ni siquiera fumar en pipa.

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